Esta cabaña es la estancia perfecta para nuestra nueva familia de ratones. Han tomado prestadas algunas baratijas de tamaño humano para utilizarlas como mobiliario esencial en su cabaña. Una taza de té, una ducha perfecta para un ratoncito. Las bobinas de hilo viejo sirven de sillas para sentarse, una lata de sardinas crea la comodidad de una cuna de bebé y se mete perfectamente debajo de una sencilla cama. Una lata de pimientos hace las veces de estufa de leña. Un imperdible se convierte en toallero y un viejo reloj da la hora. En la puerta principal se pueden enganchar pequeñas escaleras para ayudarles a bajar. Se puede acceder a todo quitando el techo o a través de las pequeñas puertas de la parte delantera.

Edad recomendada: + 3 años